Lola Alvarez y La buena suerte

Tengo la teoría de que los libros de autoayuda empresarial – motivacionales, si lo preferís – exponen en general una sóla idea fundamental, máximo dos o tres. Generalmente se trata de principios que, si bien una vez expuestos son evidentes, no tienen por que ser generalmente obvios para el lector.

Paréntesis: Según el DRALE:

Evidente: Cierto, claro, patente y sin la menor duda.

Obvio: Que se encuentra o pone delante de los ojos.

Así, libros como el inefable “Quien se ha llevado mi queso” exponen un único principio: El cambio ocurre, puedes lamentarte o ponerte las pilas y adaptarte. El mérito del escritor (independientemente de si os gusta el libro o no, escribir un best seller es un éxito per sé) consiste en hilvanar ese principio durante ciento y pico páginas, hacerlo ameno, legible y exponerlo de tal forma que que cale en la conciencia del lector.

A estas alturas no creo que le descubra a nadie el libro “La Buena Suerte” de Alex Rovira. Tenéis un muy buen resumen de Jokin en Semana Vista (que poco te prodigas ultimamente, maldito ;-) ). La idea fundamental es que la suerte – que no azar – es algo que ocurre cuando se trabajan y producen las circunstancias favorables.

El libro es de los que me gustó, y por eso me ha gustado también encontrarme el pasado Jueves en ABC con un artículo de Lola Alvarez – con quien coincidí breve y profesionalmente a su paso por Supercable Andalucía – en el que la periodista suscribe las teorías presentadas en el libro con frases tan contundentes como las siguientes:

¿Suerte es prepararte a conciencia, formarte adecuadamente para poder llegar mas lejos en tu carrera, mientras otros pensaban que con los años de facultad ya habían tenido más que suficiente? ¿Suerte es dejar un trabajo fijo y lanzarte a la aventura de aceptar una oferta en otra empresa, mientras otros se contentan con una nómina fija garantizada casi de por vida? ¿Suerte es soñar con un futuro mejor y tratar de conseguirlo, mientras otros se acoplan al «esto es lo que hay» y ni sueñan en mover un músculo para cambiar sus horizontes? ¿Suerte es estar dispuesto a cambiar de ciudad, de país y hasta de continente, mientras otros tiemblan de pensar que dejarán de pisar su bar de toda la vida? ¿Suerte es sacar fuerza y corazón —de no sabes muy bien dónde— para enfrentarte a nuevas situaciones, retos y responsabilidades, mientras otros las rehuyen por principio, porque les es más cómodo quedarse tras la barrera y no arriesgarse nunca a nada? Ah, si a eso le llaman suerte… pues sí, soy una mujer con muchísima suerte.

Creo que no es casualidad que se publique este artículo el mismo día en que se anuncia que ha sido nombrada Directora General de la agencia EFE. Mi enhorabuena a Lola y mi recomendación a los visitantes de este blog para que leais el libro si sois aficionados a este tipo de literatura.

Technorati Tags: , ,

Esta entrada fue publicada en Gestión, Libros. Guarda el enlace permanente.

4 respuestas a Lola Alvarez y La buena suerte

  1. tony dijo:

    Todos los que les pasa eso tienen suerte, los que no quieren son unos vagos, fisicos y mentales, pero hay una tercera clase de personas que no pueden, ¿como les clasificamos?, dicho de otra forma, hay un montón de gente que se está pegando de hostias con el sistema, para poder, ya no montar una empresa, sino salir adelante y sacar la nariz de la mierda, ¿que tienen esos?, porque puede que incluso estén haciendo más que esa señora, pero no se les reconoce el trabajo por gente como esa señora, que seguro habrá mandado, como todos los directivos, a gente al paro, siendo buenos en su puesto, y se habrán quedado con el lameculos de turno.

  2. Ángel dijo:

    Tony: Tus comentarios sobre si esta señora habrá mandado gente al paro y se habrá quedado con “el lameculos de turno” son absolutamente gratuítos. No voy a borrar tu comentario porque creo que hay que debatir y dialogar, pero rozas la barrera para que lo elimine por insultante. Por otra parte, ser jefe no es solo mandar y que te traigan el café: Conlleva una serie de responsabilidades muy duras, una de las cuales es, a veces, tener que prescindir de gente (por decisión propia o porque te lo impongan los criterios y objetivos de la empresa), y te aseguro que mirar a alguien a los ojos y decirle que está en la calle no es plato del gusto de nadie (o casi nadie, que psicópatas y sociópatas haberlos, haylos).

    Sobre la gente que intenta salir adelante y no lo consigue, te recomiendo varias lecturas en este mismo blog, en el de Jaizki y en el de Andrés, de Marca Personal (a poco que busques por aquí encontrarás los enlaces). Es muy facil echarle la culpa al sistema, pero te aseguro que siempre, siempre, siempre se puede hacer algo. Lo que tampoco puedes pretender es avanzar a la primera, o pegarte toda la vida haciendo una sola cosa y luego quejarte porque te has quedado en paro y no hay demanda para esa cosa…En fin, habría que estudiar cada caso en particular, pero lo que no tiene sentido es que culpes a los demás y encima arremetas contra ellos sin fundamento alguno: Cuando insultas, estás reconociendo tu propia incapacidad para rebatir las tésis y los métodos del contrario.

    Un Saludo,

    Ángel.

  3. Pingback: Presión Blogosférica - » 10 cosas que aprendí sobre los negocios - Internet, Negocios, Empresas y Emprendedores

  4. Chacidy dijo:

    Glad I’ve finally found smteohing I agree with!

Los comentarios están cerrados.