(el título parece de un sketch de Homer Simpson, lo se… ).
Como dije hace poco, estoy haciendo un esfuerzo de catch-up con el agregador, y hoy le tocaba el turno a Borja. Como los buenos vinos, Borja es de producción limitada pero exquisita. Me encuentro en su bodega con un acertado artículo sobre la importancia de la educación en los entornos laborales, especialmente si eres el Jefe, y en él una interesante anécdota sobre un exministro, que me recuerda un concepto importante que procuro tener siempre en mente y un truco que voy a regalaros hoy, que por algo sois mi querida audiencia…
El Concepto: la sonrisa de Chema Bueno. Chema (no, en serio, para sus alumnos siempre ha sido Chema) ha sido siempre profesor de organización y administración de empresas en la Escuela de Ingenieros de Sevilla, y a lo largo de su carrera ha ocupado puestos como presidente de El Monte (una de las principales Cajas de Ahorros andaluzas), decano del colegio de ingenieros, asesor y miembro de múltiples consejos de administración (Metrovacesa, Sainco, Uralita), director de la EOI, Secretario General de Industria en la Junta de Andalucía…Ya os vais haciendo a la idea. Pues Chema es una persona a la que no recuerdo nunca de otra manera que sonriendo. Una sonrisa, sincera, amable, contagiosa. Estoy convencido que en las peores negociaciones, en los momentos más estresantes o en sus discursos más inspirados nunca ha perdido esa sonrisa. Y siempre se ha parado un momento a estrechar la mano de un ex-alumno cuando se lo ha cruzado en el AVE o en una charla. Leyendo el artículo de Borja sobre el caso del Ministro que trata tan cordialmente al técnico del proyector, no he dudado por un momento que Chema habría hecho lo propio. Y aunque me cuesta, intento seguir su ejemplo al menos en lo relativo a la sonrisa.
El truco: caramelos en las reuniones. Se lo tomé prestado a un excelente comercial portugués en los tiempos del cable. Durante un proceso de compra especialmente complejo, los técnicos responsables de la evaluación de los diversos consorcios que se presentaban andaban bastante extenuados (les convencí para que se sometieran a un formulario de evaluación de propuestas con más de 900 cuestiones por cada una de las cinco o seis propuestas que se presentaban, algo que a la larga resultó en ahorros de más del 45% en el proyecto al detectar todos los vicios ocultos y puntos débiles de cada vendedor). Os podéis imaginar que no tenían muchas ganas de reuniones de ventas. Pues bien, cuando este comercial venía con su equipo, había tortas por asistir a las reuniones, ya que era su costumbre aligerar estas sesiones maratonianas colocando en el centro de la mesa una cajita de unos riquísimos bombones que traía de nadie sabe bien donde. Desde entonces, me ha dado muy buenos resultados llevar siempre en la mochila del portatil una caja de caramelos de frutas (en LIDL venden unos muy ricos y bastante baratitos, que además tienen una bonita presentación en cajas de latón). De verás, resulta mucho más complicado en una negociación ser agresivo con alguien mientras tienes un caramelo del tamaño de una nuez en el carrillo. . Ahora en serio, es algo que ya he comprobado en múltiples ocasiones que ayuda a distendir el tono de las reuniones de trabajo y contribuye a crear un ambiente mucho más colaborativo cuando se trata de negociaciones o trabajo de consultoría. Cuando Borja contaba la anécdota del CD, no he podido evitar compararlo con mi “truco de consultor”.
Y es que a la larga se consigue más con una palabra amable que con latigazos y puñetazos en la mesa, algo que acaba cansando y desgastando a los equipos además de socavar la autoridad de la persona que ejercita la violencia y la falta de educación. Así que 100% de acuerdo con Borja, para variar…
Con el azúcar de los caramelos también se consigue un nivel de concentración de glucosa en sangre que favorece seguro. Es como un pequeño “dopaje”
Es estupendo poder aprender leyendo post de este estilo, me recuerdan a un profesor de inglés que tenía de crio, cuando quería llamar la atención sobre algo los llamaba “trucos” lo que daba un tono más desenfadado y agradable. Muchisimas gracias por tu blog Ángel!
Muchas gracias por el post.
Yo de verdad que intento escribir más a menudo, pero al final por unas cosas o por otras, no paso de un post por semana. Y eso las semanas buenas.
Ah, y lo de los caramelos es muy bueno. Buscaré la manera de copiarlo.
Tú escribe cuando te apetezca y mantén el nivel… Yo ya hace tiempo que renuncié a vivir de esto
Umm… ¿Adam Selene?
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