Por un gobierno ágil

Desde que volví la semana pasada del seminario de certificación en Scrum estoy, lógicamente, mucho más sensibilizado y entusiasmado con todo lo relativo a las metodologías ágiles. Para los que no estéis familiarizados con el concepto de Agile, las metodologías ágiles se centran en dimensiones como la flexibilidad en la introducción de cambios y nuevos requisitos durante el proyecto, el factor humano, el producto final, la colaboración con el cliente y el desarrollo incremental como formas de asegurar los buenos resultados en proyectos con requisitos muy cambiantes o cuando se exige, como es habitual, reducir los tiempos de desarrollo manteniendo una alta calidad.

Los principios de las metodologías ágiles, tal y como se recogen en el “Manifiesto Ágil” creado en 2001 por la Agile Alliance, son los siguientes:

  1. La prioridad es satisfacer al cliente mediante tempranas y continuas entregas que le aporte un valor.
  2. Dar la bienvenida a los cambios. Se recogen los cambios para que el cliente tenga una ventaja competitiva.
  3. Entregar frecuentemente productos tangibles, que funcionen, desde un par de semanas a un par de meses, con el menor intervalo de tiempo posible entre entregas.
  4. Los responsables de negocio y los desarrolladores deben trabajar juntos a lo largo del proyecto.
  5. Construir el proyecto en torno a individuos motivados. Darles el entorno y el apoyo que necesitan y confiar en ellos para conseguir finalizar el trabajo.
  6. El diálogo cara a cara es el método más eficiente y efectivo para comunicar información dentro de un equipo de desarrollo.
  7. El producto que funciona es la medida principal de progreso.
  8. Los procesos ágiles promueven un desarrollo sostenible. Los promotores, desarrolladores y usuarios deberían ser capaces de mantener una paz constante
  9. La atención continua a la calidad técnica y al buen diseño mejora la agilidad. La simplicidad es esencial.
  10. Las mejores arquitecturas, requisitos y diseños surgen de los equipos organizados por sí mismos.
  11. En intervalos regulares, el equipo reflexiona respecto a cómo llegar a ser más efectivo, y según esto ajusta su comportamiento.

Aunque Agile y Scrum son términos que se suelen asociar con el desarrollo de software, ya que proceden de este sector, la verdad es que en absoluto se trata de disciplinas o principios exclusivos de este campo. Scrum, por ejemplo, se puede aplicar en cualquier situación en la que existe un equipo de desarrollo, una lista de tareas por hacer y un dueño o responsable del producto final. Y os aseguro que funcionan. Vaya si funcionan. No se trata de una “moda” de gestión, sino de una evolución natural hacia formas más eficientes y agradables de trabajar. Así de simple, así de poderoso.

Por eso me ha encantado encontrarme con esta entrada en el NODOs (no, en serio, aparte de la broma con el noticiario la verdad es que es “El Nodos”, un imprescindible de la blogosfera, y no tendría que recordaros el nombre completo ni su autor), entrada en la que comenta un interesante estudio realizado por un think-tank australiano sobre la aplicación de los principios ágiles al gobierno. El estudio realiza una serie de preguntas diseñadas para ser provocadoras, como por ejemplo cómo pueden conciliar los gobiernos el concepto de agilidad con los procesos inherentemente lentos y pesados bajo los que operan, cómo de preparados están los sectores públicos para adaptárse rápidamente a las circunstancias cambiantes o cuáles son las principales limitaciones de la administración para ser ágil y cómo podrían solucionarse.

El corolario es inmediato: ¿A qué se parece la empresa ágil, el management agil? .

¿Como de ágiles son vuestras empresas?

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2 respuestas a Por un gobierno ágil

  1. Sun dijo:

    Hola,

    sólo comentar que si bien es cierto que las metodologías ágiles pueden traer muchos beneficiosyo estoy más en la línea de http://kybeleconsulting.blogspot.com/2007/06/los-objetivos-de-negocio-y-la-ingeniera.html

    Es decir, depende. Depende del caso, y sus circunstancias. Incluso en ciertas circunstancias puede no ser la mejor opción. Y no considerar las “circunstancias” puede ser, y ha sido, un gran error de la ingeniería software.

    Enhorabuena por el blog

    Saludos

  2. Ángel dijo:

    Absolutamente de acuerdo. De hecho, en muchos casos los gobiernos deben tomar decisiones que son más estratégicas que tácticas, por lo que a lo mejor el enfoque incremental e iterativo no es el correcto. De todas formas, creo que el articulo se centra más en los compromisos ágiles (personas, valor…) que en las metodologías. Aun así, de nuevo, estoy de acuerdo contigo en que depende del caso.

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