“Cuando los hombres eran hombres…

…Y escribían sus propios drivers“, rezaba parte del mensaje que Linus Torvalds mandó a la comunidad de desarrolladores cuando puso en marcha lo que hoy conocemos como Linux.

El comentario viene a título de que estoy empezando “Founders at Work“, el libro que todo Start-Up’ero debería leer antes de hacer nada, y he flipado en todos los colores (y alguno más) rememorando la historia de como Wozniak, el Uber-Geek, diseñó y fabricó un ordenador que era más ágil, barato, potente y versatil que cualquier cosa que se hubiera hecho hasta ese momento, el Apple II, y lo hizo montando chips, cableando circuitos y soldando placas en su garaje. Me ha parecido absolutamente increible que alguien pudiera llegar a tal grado de sofisticación tecnológica con tan pocas herramientas y contando fundamentalmente con su cerebro y una tenacidad y devoción absolutas hacia su pasión: los ordenadores.

El diseño de Wozniak fue revolucionario. De hecho, fue la génesis de lo que hoy llamamos ordenadores personales, y tuvo claros desde el principio conceptos como el teclado, el monitor, el sistema operativo… Eso me ha hecho preguntarme qué se estará fraguando en los garajes hoy. Sí, vale, mucha web 2.0 y mucha programación, pero seguramente en alguna parte del mundo alguien está pariendo algo que cambiará tecnológicamente nuestro futuro. Y será algo tan complejo pero, al mismo tiempo, tan simple como para que un visionario (y excelente ingeniero, todo sea dicho) pueda fraguarlo en su garaje.

Curiosamente hoy mismo me he encontrado este video en el que este otro geek ha fabricado el que posiblemente sea uno de los mejores y más versátiles sistemas de pizarra electrónica que he visto nunca utilizando unicamente (atención) un diodo de infrarrojos y un mando de la Wii. Alucinante. El software se puede bajar de su página, johnnylee.net.