Minipost disruptivo:
Si la semana normal tiene cuarenta horas y aceptamos como evidente la ley de pareto, el 20% de esas horas (ocho) genera el 80% de productividad.
¿Aceptaríais una reducción de salario del 20% a cambio de trabajar dos horas al día, cuatro días por semana?
Pista: leyendo The four-hour workweek (entre otras muchas cosas que estoy leyendo al mismo tiempo)
Y si se trabaja 2 horas al día, de esas sólo serán productivas el 20%, es decir 24 minutos, que a su vez sólo el 20% serán de productividad, es decir, menos de 5 minutos….. como ves por reducción al absurdo lo que dices no lleva a nada racional.
Un saludo
Evidentemente no debes tomarlo literalmente (y de hecho no digo que todas las horas no sean productivas, solo que generan menos productividad) , pero sí es cierto que mucha gente que conozco y que está sufriendo jornadas de 14 y 16 horas reconocen que vuelven a casa muchos días con la sensación de no haber podido hacer nada, de haber sacado tan solo un par de horas productivas al día. Así que la pregunta es: ¿Qué ocurriría si *solo* desempeñasen esas dos horas productivas? En la inmensa mayoría de los casos, te aseguro que ni la empresa ni el puesto de trabajo de la persona se vendrían abajo.
Por descontado, esto no aplica si tu trabajo es mecánico, tipo teleoperador o trabajador de una cadena de montaje. Pero cuando hablamos de gestión uno de los grandes problemas es que la agenda se va colapsando de asuntos urgentes pero no importantes o de toneladas de tareas que no son ni lo uno ni lo otro. El punto es: ¿que pasa cuando no haces caso a todos esos asuntos en el seno de una organización? ¿Qué pasa si solo respondes al 20% más importante de tus correos y eliminas el resto sin siquiera leerlos?
De todas maneras me alegra que la primera reacción sea “no tiene sentido” o “es absurdo”. De hecho, si revisas al principio ya aviso de que la intención es absolutamente disruptiva.
Buena pregunta. Estoy de acuerdo con Antonio. Creo que el problema de la improductividad no radica en eliminar ese 80% del tiempo que se emplea en conseguir el 20% de nuestros resultados, por otro lado necesarios para completar el 100% -además de que los datos empíricos no parecen apoyar ese supuesto.
Una de las características representativas de toda ley de escala (http://en.wikipedia.org/wiki/Power_law), como la de Pareto, es su invariancia respecto de la escala, hecho que se manifiesta claramente en el ejemplo proporcionado por Antonio. Da igual un día que un segundo, según la ley de Pareto sólo con el 20% de ese tiempo se alcanzarán el 80% de los resultados que se consigan durante dicho intervalo de tiempo.
Otra cosa es que la ley de Pareto sea un buen modelo para representar resultados frente al tiempo empleado en conseguirlos. O cualquier otra ley de escala. Pero vuelvo a la improductividad. En mi opinión, el problema, en la dimensión que propone Ángel, más que Pareto, radica en qué se emplea el tiempo. Si somos tan improductivos es porque ni tan siquiera dedicamos todo el tiempo a lo que hay que hacer, independiente del tiemo que le echemos. Como decía no es un problema Pareto sino de indefinición de objetivos -bien por inconsciencia o bien con toda la premeditación y alevosía posibles.
Podríamos tener un atisbo de esperanza al considerar que un 80% de ese tiempo que dedicamos a no hacer lo que hay que hacer no contribuye a los objetivos de tan ociosa actividad. Aunque, por desgracia, la probabilidad de que, por puro azar, se empleen en aquello que hay que hacer es ridícula. Así que va a ser que no.
A ver, replanteemoslo desde un punto de vista menos radical:
¿Aceptaríais una bajada de sueldo del 20% a cambio de trabajar 2/3 de la jornada que actualmente tenéis, siempre que esos 2/3 fueran 100% productivos?
Nada de menos radicalismo: MÁS RADICALISMO.
Cumplir con los objetivos marcados no tiene nada que ver con las horas “fichadas” en un horario de “rutina”. Me parece un anancronismo que tengamos “salarios por objetivos” en un escenario de horarios rígidos…
Yo lo que opino es que, si lo que importa es cumplir con tus objetivos, si los cumples en 4 horas, felicidades, si los cumples en 8, pues felicidades también, si necesitas 40, pues vale y si necesitas 60… algo falla en el planteamiento de los objetivos, en tu adecuación a tu puesto, o en la adecuación de quien te ha puesto esos objetivos a su puesto. Eso sí, no se por qué tengo que renunciar al 20% del sueldo si cumplo mis objetivos, con independencia de las horas que emplee, si son menos, de la misma forma que no tengo derecho a cobrar unas horas extra que nadie me ha autorizado, aunque sea a posteriori…
Si uno está bloqueado un día cualquiera, estar de “mástil” en el trabajo, es absurdo, y además se están consumiendo recursos de la empresa.
Si uno cree que tras dos horas de trabajo, puede tomarse el resto del día libre, pues que lo haga, que ya es mayorcito. Si manifiesta esa dinámica y encima no cumple los objetivos, se le despide y listo.
De la misma forma, si un día quiere/tiene que echar 14 horas, pues las echa y punto también, pero que sean 14 horas productivas.
Si el problema de un determinado “ejecutivo supervisor” es que quiere tener a dicho empleado a su disposición, pues hay unos móviles con videocámara estupendos y además financiar un ADSL a los empleados no sólo no es caro para la empresa sino que en mi experiencia renta hacerlo, porque siempre se saca rendimiento de la inspiración de tus motivados empleados que harán más de una hora extra productiva no remunerada.
Creo que la gente no entiende lo que intentas transmitir, yo por mi parte estaría totalmente deacuerdo en trabajar esas dos horas al dia 4 dias a la semana a destajo; porque el rendimiento marginal es decreciente y cuando llevas ya unas horas trabajando la productividad es irrisoria en comparacion con las primeras, aunque tambien es verdad que no en todos los trabajos es aplicable esta teoria, pero yo votaria a favor en cuanto al mio
No olvidemos otro principio, el de la “masa crítica”, se necesita un mínimo de tiempo dedicado a una tarea para centrarse en ella. De ahí que la reducción al absurdo comentada por Antonio aparezca en el escenario. Cada tarea y cada persona tienen diferente masa crítica, y que a su vez, como comenta Súnico, se puede distribuir en el tiempo.
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