Me pasa José Luís Marina, cuya bitácora tengo tan abandonada como el resto que languidece en mi pobre agregador (ay de mí), un enlace muy interesante: la bitácora “director de felicidad“, del autor del libro “la hora feliz es de 9 a 5“, que he anotado en mi pila de lecturas deseadas (a ver si llegan las vacaciones de una vez). Todo un blog curioso, la verdad. En primer lugar, se trata de una traducción al castellano de un blog con 2400 subscriptores, the chief happiness officer. La traducción, por lo que veo, está realizado por la misteriosa compañía contentspanish.com, que también representa “la semana de 4 horas” de mi admirado Tim Ferris. Habrá que vigilarlos.
Por otra parte, me ha encantado ver que alguien ha escrito un libro argumentando sobre algo que ya estuve comentando hace tiempo en un post que fue bastante celebrado: la jornada de 9 a 3. En este caso, el autor defiende que una jornada más reducida (32 horas, llega a exponer en un post) no reduce necesariamente la productividad y sin embargo reduce los costes de la empresa y, típicamente, los empleados lo prefieren a ganar algo más pero trabajar más horas. Al fin y al cabo, algo que llevo repitiendo de diferentes maneras desde que empecé con este blog: la productividad no es un sumatorio de horas, sino que se consigue a base de optimizar el flujo productivo. Y para optimizar un flujo uno no puede sobrecargarlo.
Alexander Kjerulf escribe sobre motivación, política de recursos humanos, salarios, y algo que parece un tabú en muchas empresas o, directamente, poco más que un eslógan: la felicidad en el trabajo. Algo que para mí es fundamental, ya que paso un porcentaje muy alto de mi vida currando (qué le vamos a hacer ), por lo que me rebela la idea de pasar ese porcentaje del tiempo que me ha sido dado haciendo algo que no me llene, me satisfaga, me realice… Me haga feliz.
Así es. Al igual que el corredor exhausto y a ratos dolorido, pero que en el fondo disfruta de la carrera y se regocija cada día cuando mejora su marca, así yo me considero feliz en el trabajo. Así que si estas leyendo a esto, tengo dos consejos para tí: lee a gente positiva que ha encontrado formas de ser feliz, y calcula ahora mismo si eres todo lo feliz que podrías ser en tu trabajo. Si no es así, ya puedes ponerte manos a la obra: probablemente te lleve años mejorar tu nivel de felicidad laboral. Hoy es un día estupendo, mucho mejor que mañan o pasado, para empezar a construir el camino a la felicidad.