Ando estos días en pleno proceso de expansión y dominación mundial (traducción: a todo el mundo se le acaban los presupuestos del 2008 y les entra la prisa por cerrar proyectos ), y tengo esto más abandonado que mis casettes de Parchis, así que mientras siguo apuntando ideas en la agendica “Wolfgang Amadeus Mozart” que me merqué en el Trinity College de Dublin, procuraré referenciar algunas cosas que voy encontrando estos días y que estoy haciendo rular entre los círculos más cercanos.
Comenzaré hoy con un artículo de Sergio, magistral y polémico como siempre, en el que cuenta su diagnóstico sobre las razones del fulgurante éxito y posterior debacle de la empresa Meta4. Es una historia que a más de uno no resulta cercana aunque no hayamos estado en la vida a menos de diez mil metros de Meta4, ya que algunas de las razones tanto del éxito como del no-tan-éxito (tampoco me atrevo a decir que Meta4 sea un fracaso) son bastante universales.
A mi, por ejemplo, me suenan bastante los siguientes factores de éxito que se podrían aplicar a cualquier start-up:
- Equipo balanceado y con experiencia. Por contra, un equipo balanceado pero sin experiencia, u otro con mucha experiencia pero formado por siete tíos todo de lo mismo… Pues como que no.
- Centrarse en un producto único que resuelve un problema concreto de un tipo de cliente identificable (mercado). Por contra, la empresa que fabrica botijos y centrales nucleares… Pues como que no.
- Centrarse en clients medianos y grandes. Mi experiencia personal con la pequeña empresa… Buf. No digo que no haya un mercado amplísimo y goloso, pero es extenuante atacar a mercados masivos, sobre todo desde el principio, y los márgenes suelen ser exiguos. El escalado es complicado, vaya.
- Una política de recursos humanos moderna. No solo decir que las personas son lo primero, además creerselo. Que se lo pregunten a Toyota (de este tendré que hablar también).
Lamentablemente, los factores de fracaso también me suenan bastante.
Pues eso. Que por aquí sigo. Feliz y bien. Algo acatarrado, como todos estos días