Esta vieja mochila me la regaló Microsoft en el Evento Blog 2007. Es una Samsonite, casi nada, y aunque muchos se apresuraron a quitar el logo de M$ con un cutter (había hasta un video en YouTube de cómo hacerlo) yo decidí que si M$ era así de majo con nosotros, lo menos que podía hacer era pasearles el logo por el mundo.
Y así lo hice. Esta vieja mochila casi se ha convertido en un signo de identidad. Con los años se le han ido añadiendo y quitando pequeños detallitos, desde un cascabel a varios mosquetones, desde un muñequito de Darth Maul hasta un llavero de Minecraft, desde una pequeña linterna hasta un cabito marinero.
Esta vieja mochila ha visto España. Ha viajado en moto conmigo. Ha servido ocasionalmente como mochila de gimnasio y ha llevado mi Dogi y mi Hakama. Ha navegado conmigo y me ha acompañado en mis vacaciones.
Esta vieja mochila ha visto mundo. Ha estado en Estados Unidos, Jamaica, Colombia, Reino Unido, Irlanda, Alemania, Suecia, Finlandia, Holanda, Bélgica, Italia, Eslovenia, República Checa, Rumanía, Turquía, Israel, Polonia, Francia, Portugal…
Pero a esta vieja mochila se le agota su tiempo. Aunque sigue desempeñando su función con carácter, comienza a tener achaques. Ya he adquirido una nueva Samsonite que me espera en Sevilla, pero no puedo evitar sentir un poco de nostalgia al pensar que este será probablemente el último viaje de mi vieja mochila.
Por delante, todos los viajes de mi nueva mochila. Tiene mucho que demostrar para mantener el nivel.
Descansa, vieja mochila.
