¿Que qué pasa? Que no hay manera. Me explico. Estoy aprovechando el Domingo para darle un empujón al Blogroll. Hoy además he hecho limpieza y se han caido muchos de esos blogs que llevan meses con 100 feeds por leer (si no los he leido ya, es que no lo voy a hacer nunca…Una lástima, pero en esta época de exceso de información uno tiene que discriminar de alguna forma).
El caso es que llego a RichDadClub y veo que van por la duodécima reunión en Barcelona. Alguno recordará que tuve el placer y el honor de organizar la primera reunión en Sevilla coincidiendo con el Evento Blog el año pasado. En aquella primera ocasión nos juntamos un grupo bastante variopinto, en el que había un poco de todo: gente más o menos emprendedora, trabajadores por cuenta ajena interesados en la independencia financiera y algún curioso ocasional. Fue un día francamente interesante, quizás porque Jaizki actuó como catalizador de todo el proceso y realmente se hicieron algunas reflexiones muy curiosas y surgieron bastantes ideas.
Llegó entonces la segunda reunión, casi tres meses después. Hasta cierto punto, lógico: Diciembre y Enero son dos meses complicados. Se estableció el Wiki de Sevilla y lamentablemente no pude asistir ya que me coincidió con un viaje. Sólo repitieron dos personas de la primera reunión (curiosamente, de Málaga… Luego reflexionaré algo más sobre esto). En esta ocasión no hubo juego, y quizás en este caso hubo un problema de foco, ya que al parecer alguno de los asistentes estaba más interesado en vender sus productos que en intercambiar experiencias.
Y se acabó. Nadie ha cogido el testigo. Nadie ha preguntado por qué no se organizan más reuniones.
Este verano surgió la iniciativa Emprendesur, intentando importar el modelo del Iniciador de Madrid. Al primer evento asistimos los dos organizadores, Luis Rull y su esposa que pasaron por allí y yo. Cinco personas. El segundo tuvo algo más de quorum, fuimos seis, y los únicos que repetimos fuimos los dos organizadores y yo. No se celebraron más eventos. En su momento los organizadores afirmaron que se suspendía por falta de tiempo para coordinar las reuniones, y de hecho me encontré con uno de ellos en el Evento Blog y me comentó lo mismo: que no tenían tiempo. Pero claro, si analizamos y vemos que se trata de quedar cinco o seis personas, una vez cada dos meses, en el mismo sitio, para tomar un par de cervezas… Pues hombre, mucho-mucho tiempo no se necesita, creo yo. En fin, ellos podrán contarlo mejor que yo.
En el caso de Emprendesur quizás puedo diagnosticar algo mejor lo que ocurrió. Luis y yo fuimos los únicos emprendedores que asistimos, ya que el resto de los asistentes, organizadores incluidos, eran trabajadores por cuenta ajena con ideas y ganas de emprender en algún momento, pero al fin y al cabo personas sin una dedicación completa al universo emprendedor (no puedo dejar de pensar en el magnífico artículo de Emigrando). Por otra parte, y sin ánimo de quitar un ápice de mérito a los organizadores, no contamos con el tirón que tuvo Iniciador en Madrid al estar organizado por Emprendedores consolidados como Lucas, Javier o Ángel María. Adicionalmente se dividieron los esfuerzos entre Sevilla y Málaga, y lo curioso es que en Málaga tuvieron mejor acogida que en Sevilla e incluso salió una convocatoria paralela más centrada en las TIC, MálagaTIC, que parece que sigue en marcha gracias al empuje de sus dos creadores, dos tíos fenómenos como son Antonio Ortiz, de error 500, y Jero Palacios, al que tuve el placer de conocer en el EBE. En el caso de RichDad, no se muy bien por qué la iniciativa no ha terminado de cuajar, pero el caso es que no hay manera.
No hay manera, señores. En Málaga todavía podemos ver algo de espíritu, algo de ganas, pero aquí en Sevilla es que no hay manera de que la gente se levante del puñetero sofá un día cada dos meses para dedicar la noche o la sobremesa a algo que no sea pudrirse el cerebro viendo el Gran Hermano o el partido de futbol de turno. ¿Por qué las diferencias entre Sevilla y Málaga? Yo personalmente creo que Sevilla es un mercado muy cerrado que orbita pesadamente en torno a la Administración y un par de grandes empresas, con unas barreras de entrada tan altas que la gente ha desistido de intentar penetrar, y además el hecho de que seamos la sede del gobierno autonómico, con un alto grado de centralización por mucho que se intente vender lo contrario, hace que contemos con la mayor población fija de funcionarios de Andalucía. Funcionarios que educan a sus hijos en el espíritu funcionarial. Funcionarios a los que muchos emprendedores secretamente envidian, por su seguridad laboral y su despreocupación al respecto de las incertidumbres que conlleva el medrar en el mundo real. Pero en fin, es mi opinión nada más, ni mejor ni peor que cualquier otra.
Aun así, creo que me dejo algo. Creo que apenas he llegado a rascar la superficie del problema. Creo que el caráter y la idiosincrasia andaluzas tienen también mucho que ver en el tema, y aunque me repatea cien mil veces el ombligo creo que al final nos acabamos mereciendo el tópico de “que bien vivís los andaluces, todo el día de fiesta en fiesta, que poco os gusta trabajar“…