(Disclaimer: artículo polémico a la vista diseñado para promover una sana discusión. El que se lo vaya a tomar por lo personal o vaya a contestar con insultos al autor, por favor, siga la flecha hasta el próximo artículo).
Cada vez que toco este tema, el sector másRaDIk@L de mis lectores (aquí o en El Blog Salmón) me hacen sentir como Oskar Schindler. Mi tésis es que es muy complicado contratar a programadores hoy en día, y que los que se presentan a las entrevistas (que ya es un hito) presentan generalmente (por favor, entended que se trata de una generalización) expectativas desproporcionadas o actitudes incorrectas. Según ellos, los programadores están muy mal pagados y además se les trata con la punta del pie. Además deben soportar un tremendo intrusismo profesional, ya que en muchas ocasiones el empresario prefiere contratar a cualquier que haya hecho un módulo de programación o una formación profesional (o como se llamen ahora) que a un Ingeniero en Informática, lo cual convierte a estos ingenieros en los peor pagados.
Pero esto no parece muy lógico, habida cuenta de que todo el mundo coincide en que hay una gran escasez de estos profesionales. Como muestra, el artículo que acaba de escribir Antonio Mas al respecto. Hace poco, por seguir poniendo ejemplos, me contaba de primera mano una buena amiga que, en una de las grandes consultoras, habían publicado una oferta de empleo para titulados sin experiencia con una salario de entrada de unos 22.000 euros brutos anuales. Se presentaron veinte curriculums. De ellos, algo más de la mitad eran aprovechables, pero todos pedían más dinero, muchos decían que preferían irse de vacaciones e incorporarse en Septiembre, y otros dejaron claro desde el primer momento que no contasen con ellos para viajar (edad media: 24 años). Menudos mimbres para hacer cestos.
Consideremos que es cierto que muchos titulados ya saben del palo que van las consultoras y no quieren “ser explotados” (discrepo fuertemente de este planteamiento, ya que creo que, aunque hay una interesante cuota de explotación, también es cierto que las consultoras son de las empresas con mayor proyección profesional, mayor crecimiento salarial anual y en las que más se aprende, pero dejemos esto para otro artículo). Aun así, sigo sin entender que los programadores digan que se les paga mal y se les trata mal. Primera pregunta: hablemos de dinero, que puñetas, rompamos el tabú europeo al respecto…¿22.000 euros son pocos para un primer empleo? Yo lo flipo. Ninguno de mis compañeros de carrera salió cobrando eso, y en aquella época se nos rifaban. Vale, han pasado nueve o diez años y los salarios han debido subir, pero…¿Tanto? Creo que muchos recién titulados no se plantean que, generalmente, uno sale de la carrera prácticamente en blanco, y los dos o tres primeros años de trabajo son para coger experiencia. A partir de ahí es cuando unos progresarán y otros se estancarán, pero el punto de entrada es bastante plano, y no puede uno pretender, desde el principio, contar con un salario como para comprarse un piso, un coche, una casa en la playa y pagar una boda. Por otra parte, si entras cobrando 30.000 euros, ¿Cuanto querras cobrar dentro de tres años?
Segunda cuestión: muchos de los que han leido mis consideraciones a este respecto repdonden quejándose de que ellos no llegan a los mil euros, y que a ellos un trabajo por 22.000 euros anuales les sabría a gloria. Vale: ¿a qué esperáis? Están ahi, cogedlos. A quien esté interesado, que me mande un correo (angel PUNTO m ARROBA presionblogosferica.net) y yo le pongo en contacto con los que reciben los curriculums de esta empresa. Ahora bien, si os falta la carrera, no estáis dispuestos a iros a vivir fuera de vuestra ciudad de origen, no estáis dispuestos a que “os exploten” o no os gusta el tipo de trabajo que se hace en estas empresas y preferís algo más relajado y creativo, estupendo, pero NO OS QUEJÉIS, ya que los sueldos más altos están a vuestro alcance, pero nadie da nada a cambio de nada.
Tercera cuestión: ¿como es posible que todo el mundo coincida en que hay ausencia de programadores y sin embargo estos se quejen de que no consiguen un trabajo acorde a sus expectativas? Bueno, tengo varias explicaciones: la primera, bastante evidente, es un exceso de expectativas. Vale, ante un aumento de la demanda sería lógico que subieran los precios. Pero ese incremento se vería reflejado directamente en el producto, y los clientes no están dispuestos a apechugar con esos costes. Así pues, hay dos opciones posible: O las empresas se convierten en ONG’s para el desarrollo de los informáticos, o finalmente se opta, como apunta Antonio en su artículo, por subcontratar la programación a países de américa latina. ¿Creeis que no ocurrirá? Seguid llorando y quejandoos de lo “bajos” que son vuestros salarios mientras os cargáis la gallina de los huevos de oro… Hay una segunda cuestión por la que hay demanda y sin embargo no se contrata: el bajo perfil de los que se presentan a las entrevistas. Muchos candidatos que podrían desarrollarse efectivamente como programadores no tienen los mínimos rudimentos de habilidades sociales, y eso suponiendo que sepan leer y escribir correctamente. Y llega un momento en que uno prefiere doblar la carga de trabajo que cargar con semejantes elementos en la organización. Os hablo de gente que dice “tío, no me ralles” en una entrevista de trabajo, o que se presentan a un empleo en Junio y dicen “bueno, pero en Julio me daréis un mes de vacaciones, ¿No?“.
Cuarta cuestión: en lo que respecta al intrusismo profesional, los telecos tenemos a mucho informático metido a técnico de redes, pero la verdad es que no nos quejamos tanto. ¿Por qué? Porque el teleco medio no aspira a estar montando redes de area local o a hacer cableados estructurados, ya que pueden ofrecer mucho más valor en tareas más complejas, como diseñando redes metropolitanas o trabajando en operadores de telecomunicaciones. Y esto no quiere decir que en esos puestos no haya informáticos defendiéndose estupendamente, que para eso se lo han currado, pero desde luego un teleco tiene más opciones de salida, al haberse preparado más especificamente en ese campo. Así pues, creo que el problema de los ingenieros informáticos es que muchos de ellos no quieren aceptar responsabilidades superiores a las de programador de trinchera, y el problema de estos puestos es que, si bien puede que te guste mucho programar, es muy dificil ascender de categoría a menos que seas, literalmente, “uno entre mil”. En definitiva, si decides tirarte a la arena, que sepas que tendrás que luchar no solo con los leones sino con los otros diez mil que se han tirado también.
Y es que el principio fundamental que deberían improntarse cuanto antes estos que tanto se quejan es que hoy por hoy los programadores que demandan las empresas son “marca blanca”, y si uno quiere progresar y dedicarse a lo que realmente le gusta con un buen salario y con muchas opciones laborales debería esforzarse, y desde ya, en desarrollar una “marca propia“. Mientras los programadores sean “intercambiables” dará igual que haya mucha demanda, ya que se podrán contratar los desarrollos fuera y punto (de hecho, auguruo que esta será una importante tendencia en el futuro). Al fin y al cabo, la tierra es plana. Sólo los que os postuléis como un referente en vuestro campo podréis exigir vuestras condiciones, pero uno no se convierte en un referente de la noche a la mañana, y en algún momento hay que realizar la travesía del desierto. La mía va ya por los diez años, pero parece que se ve algo en el horizonte…
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