Por qué digo que no hay una industria del software en España

Bueno, la primera razón es que me gusta el rollo “profeta del apocalípsis” :twisted: : me da muy buen resultado en las charlas, como en esta de la Conferencia Agile Spain 2010, en la que solté esta perla y fue ampliamente comentada:

Pero en serio, el caso es que llevo tiempo queriendo escribir sobre el tema siguiendo con la línea de mis dos post anteriores (consultoría Don Simón, Chapatas calentitas), y el hecho de que Xavi me haya remitido hoy un enlace a este artículo referenciado en barrapunto me empuja a hacerlo. La verdad es que coincido en gran mayoría de los aspectos y argumentos comentados por el autor, y específicamente la diferencia fundamental y no entendida entre los procesos de fabricación industrial (Taylorismo / Fordismo) y la naturaleza intrínseca del desarrollo de software es algo que se ha comentado ampliamente en la comunidad Ágil y que podéis ver en algunas de las presentaciones que he realizado al respecto (verbigratia, esta slide).

Naturalmente, cualquier afirmación grandilocuente, generalista y extrema como “No hay una industria del software en España” es tremendamente injusta, ya que al fin y al cabo se trata de un recurso retórico ;-) . Por supuesto que hay empresas dedicadas al software. Pero el promedio de la industria no es ese, y la dispersión respecto a la media no es muy grande que digamos. Si nos preguntamos cuál es la industria media del software en España, habrá poca gente que piense cosas fuera de un circuito “consultoras, banca, administración…”. Y ahí es donde digo que eso no es una industria del software, porque este tipo de empresas no te venden un software: te venden “horas de programador”. Como si una hora de programador fuera una commodity, es decir, algo perfectamente intercambiable por la hora de cualquier otro programador, y cuyo único valor reside en la cantidad de producto que poseemos o negociamos.

Oh. Dios. Mío. Las cosas pueden estar algo más rotas, pero no mucho, la verdad.

Pensamientos como este conducen a desastres organizativos como las “líneas de montaje” consultor-analista-desarrollador-tester en las que diagramas UML, mapas entidad-relación, modelos de datos y documentos de requisitos viajan por correo electrónico entre personas que no hablan nunca entre ellas. Como si un programador fuera una máquina a la que alimentamos con UML y escupe código. Y claro, en algún momento acabamos por pensar si no habría forma de diseñar algún tipo de máquina o herramienta (no se, llamemoslas CASE) para librarnos del incordio de los programadores, que son unos tíos raros que llevan camisetas frikis, huelen mal y protestan por todo. Bloody programmers. :-D :-D

¿Veis lo roto que llega a estar todo?

Claro, si al final la oferta se basa únicamente en “horas de programador” y no en producto, la discusión comercial ya no va en términos de funcionalidad, calidad, rendimiento… Si discutimos cobre una commodity, como por ejemplo el petroleo, solo discutimos el precio del barril y dónde me lo vas a entregar. Y cuando de repente vendo diez mil barriles, da igual si cojo dos mil de aquí, tres mil de allá, cuatro mil de acullá y luego voy “sisando” otros mil barriles poco a poco de otros sitios: el proyecto ha sido un éxito.

Pero cuando intento hacer una operación a corazón abierto, a nadie se le ocurre que la primera hora la haga un cirujano, la segunda otro distinto y la tercera ya veremos si pillamos a alguien por el pasillo para que la termine. La ventaja con la que cuentan los médicos es que ya llevaban miles de años gestionando hospitales antes de que los industriales del automovil se alzaran como adalides de la producción en cadena, las economías de escala y los sistemas MRP.

Lo mismo ocurre con los equipos de desarrollo. Nadie que de verdad conozca cómo funciona la creación de un producto sofwtare puede pretender que enfoques como el “pool de recursos” proporcionen mejor rendimiento que un modelo basado en equipos comprometidos, autogestionados y capacitados. Tendré que hacer otro articulo para hablar de los factores de motivación inherentes al trabajo en equipo y su efecto en el rendimiento cerebral de una persona a la que, en realidad, no pagamos por calentar un asiento o imputar horas de “farmville” al proyecto, sino por resolver problemas complejos y únicos de la forma más eficaz y eficiente posible.

¿Alguien puede creerse aun que las economías de escala funcionan necesaria y directamente en el mundo del software? Si eso es así, y teniendo en cuenta que una consultora puede considerarse afortunada si genera entre 60.000 y 200.000 euros por empleado, ¿Cómo es posible que compañías como Craiglists, con 30 empleados, generen un ratio de más de tres millones de dólares por empleado? ¿Cómo consigue 37Signals, creadores de Basecamp y Ruby on Rails, dar soporte a más de tres millones de clientes con una plantilla de en torno a 18 personas?

Y seguimos sin entederlo. Medimos los proyectos por el número de horas que imputamos, y claro, si te acercas a una de estas empresas y les dices “puedo enseñarte cómo hacer ese proyecto de doce años en solo uno” te miran con cara de susto y te responden “¿tú eres idiota? ¿por qué debería cobrar sólo por un año si puedo cobrar por doce?”.

Y tienen razón. Y ganan pasta. Mucha.

No vendemos software: vendemos servicios. Vendemos disponibilidad, horas suboptimas de bajo rendimiento pero en gran cantidad y baratas, muy baratas, más baratas. Las primeras compañías que se dieron el batacazo con el offshoring ya se dieron cuenta que externalizar el trabajo a una compañía que te vende las horas a mitad de precio no es tan buen negocio si luego las horas crecen al cuádruple porque no sabemos gestionar bien proyectos con el “ruido” que introduce un entorno offshore o porque los programadores tan baratos que nos han vendido no distinguen un ordenador de un piano. El panorama ha cambiado y después de décadas de offshoring los proveedores de estos servicios han descubierto muchas cosas respecto al negocio en el que operan, y ahora mandan a gente al origen para que haga de puente entre sus clientes y ellos, forman a sus trabajadores, protegen a sus equipos… Y usan metodologías Ágiles de desarrollo, pero esa es otra historia.

Tengo muy pocas esperanzas puestas en que el negocio de las “cárnicas” cambie, pero las pocas que existen están en el lado del cliente más que en la capacidad de los equipos y miembros de estas empresas para cambiar una mentalidad directiva que solo ve los resultados desde la perspectiva del dividendo y la cifra de negocio. Las consultoras comienzan a llamarme para que las forme porque sus clientes empiezan a exigir enfoques Ágiles de los proyectos, y esto es una gran noticia. Esperemos que la cosa prospere a partir de ahí: mucho más bajo no podemos ir… ;-)

Publicado en Negocios y empresas | Etiquetado , , , | 15 comentarios

Proximos saraos

Un poco de Spam, que para eso el blog es mío: aparte de todo el trabajo privado que ando haciendo en empresas, tenéis oportunidad de asistir a cursos y charlas en los siguientes “saraos”:

  • Taller práctico de Scrum: CEIN, Pamplona, 4 de Octubre
  • Curso de liderazgo Ágil de equipos y personas: CEIN, Pamplona, 27-28 de Octubre
  • Agile Open Spain: Barcelona, 12-13 de Noviembre (si me cogen una charla, claro… :-D )
  • Curso de Scrum: CEIN, Pamplona, 25-26 de Noviembre (creo que este ya se ha petado, pero por preguntar… :-D

Tenéis las convocatorias de CEIN aquí y la información del Agile Open Spain aquí. Ah, estaré el viernes en Lean & Kanban Europe 2010, pero creo que a esta ya no llegáis… :twisted: . También estoy intentando que me inviten al Scrum Gathering de Amsterdam, para lo cual me vendría bien que votaseis esta charla…Anda, venga, promocionemos internacionalmente el producto patrio… :-D

Publicado en Eventos | Etiquetado , , , , , , , , , | 5 comentarios

No se que vino será… Pero no es una chapata

Minipost a cuenta del artículo anterior en el que comparaba modelos de consultoría masiva o artesana con productos enológicos (razón aquí). Quiero puntualizar que lo que no debería de ser nunca un negocio de consultoría o, pongamos, una empresa de software, es una panadería. Me explico: entiendo que si le pides a una panadería que bloquée a todos sus trabajadores durante dos o tres días se planteen una terrible disyuntiva, ya que comparten con el mundo del espectáculo ese paradigma de “el show debe continuar”, y no puden concebir que en un día laborable no se entregue pan calentito por las mañanas.

Pero si tienes una empresa de trabajadores del conocimiento y te cuesta montar puntualmente un dispositivo para que la gente pueda reflexionar un día o dos sobre cómo están haciendo las cosas, como ser más productivos, como aumentar la calidad y la satisfacción de los clientes… O peor: si consideras que eso son cosas que debes hacer tú como gerente, y tus trabajadores deben limitarse a cumplir los horarios, atender los teléfonos y producir cuantas más líneas de código y commits al día mejor… Uf… Entonces son tantas las cosas que tendría que explicarte que este blog se me queda corto. En serio.

Publicado en Emprendedores, Gestión | Etiquetado , , , , , , , , | 2 comentarios

Cultivando Consultoría

Cuando uno arranca un negocio de consultoría, en la inmensa mayoría de los casos, lo hace desde un concepto de calidad en el servicio. El sector está suficientemente viciado de macro-consultoras “carnicas”, las que te venden consultores a tanto el kilo como si los consultores fueran una comodity, por lo que se abre la posibilidad de ofrecer un servicio diferenciado en atención al cliente, conocimiento de la materia, particularización del servicio, especialización…

De alguna forma es la estrategia de la tienda de barrio que, ante el empuje de las grandes superficies y las marcas blancas, opta por especializarse y convertirse en una tienda “gourmet” o, por poner otros ejemplos, un proveedor de verduras ecológicas, una tienda de comida orgánica o un “soberao”, adorable fórmula sevillana a medio camino entre el ultramarinos de toda la vida y el bar de tapas en el que puedes comprar una lata de anchoas del cantábrico (perdón, de atún de Barbate del bueno, del del Rey de Oros :-D ) y zampártela allí mismo. Eso en un Carrefour no sabe igual, lógicamente.

Se da la circunstancia de que la tienda de gourmets es más cara que la gran superficie, precio que defienden mediante la calidad y el servicio, y su cifra de facturación o beneficios son sensiblemente inferiores, como todos imagináis. También es cierto que, lo que no gana el tendero en dividendos, lo gana en calidad de vida.

Lo gracioso es que en estas primeras fases de germinación de las consultoras, si bien los beneficios tampoco son tan astronómicos como las de las grandes (ya sabéis todos cuáles son, sota, caballo y rey), el precio suele ser en muchos casos menor del que demandan estas cárnicas por el servicio. Así que la paradoja es que tenemos pequeñas empresas con mejor producto, mejor servicio, mejor atención (al fin y al cabo, la potencia de compra del cliente es exponencialmente superior a la que tiene ese mismo cliente ante una multinacional del power point) y sin embargo les cuesta horrores hacerse un hueco en las empresas demandantes ya que no cuentan con el prestigio de las carnitas.

Pero bueno, que no quería hablar yo de eso en particular: de lo que quería hablar es de la decisión que uno debe tomar cuando escala: Don Simón o Vega Sicilia? Al fin y al cabo, Don Simón es un vino de mesa sin más aspiraciones que cumple correctamente con su cometido e, intuyo, gana muchísimo dinero produciendo cubas y cubas de semi-calimotxo. Vega Sicilia en cambio tendrá una cifra de negocio muy inferior, e incluso sus dividendos pueden ser inferiores a los de un productor en masa, pero claro… No hay color (y lo digo con conocimiento de causa, jejejeje :twisted: ). E intuyo que la vida en los viñedos de de Vega Sicilia debe ser bastante más interesante que en las plantas de envasado de vino de mesa. Digo yo, vamos, que tampoco tengo los detalles, la verdad.

El problema de querré hacer un vino de calidad es que la escalabilidad está en el precio. Si uno quiere seleccionar tierras y cepas, recoger la uva a mano, prensarlo mediante pisado y demás gollerías más propias del medievo que de la era industrial, existe una cantidad máxima de vino que se puede hacer manteniendo el estándar de calidad. En cuanto quieres hacer mas, comienzas a industrializar y te cargas el vino. Ya me ha pasado con algunas marcas hoy muy conocidas que, en su día, eran brillantes, y ahora apenas sirven para un tinto de verano decente. Así que produces poco vino, muy bueno, y si la gente se pone en cola para comprarlo, vas subiendo los precios hasta que oferta y demanda se regulan.

Pues eso: que cuando uno escala una consultoría artesana puede llegar el punto en el que deba decidir si su objetivo es crear el próximo Don Simón o el próximo Vega Sicilia. Y en eso estamos, o en eso queremos estar. En barrica de roble americano, madurando :-)

Publicado en Emprendedores | Etiquetado , , , , | 14 comentarios

Silicon Valley

Voy a ver si aprovecho el mes de Agosto para ir, poquito a poquito, retomando el blog. Lo he dejado muy desatendido en los últimos meses, más por un bloqueo creativo que por la carga de trabajo, aunque sinceramente la cantidad de viajes que he hecho últimamente tampoco es que haya ayudado. No se, me tendré que acostumbrar a escribir más en hoteles y aeropuertos, pero por alguna razón no he sido capaz en absoluto durante mucho tiempo, como habéis podido comprobar los habituales de esta vuestra casa.

En fin, que para ver si esto sigue rulando (nota mental: actualizar WordPress), voy a dejar aquí este video que alguien tuiteó hace el manso de tiempo y que lleva languideciendo en una pestaña de firefox largas semanas… Es un poco tópico, pero en fin, es bonito… :-D

Publicado en Emprendedores | Etiquetado , , | 1 comentario

Una sola persona

Hace poco hablaba sobre cambio, desarrollo y kaizen en uno de mis cursos, y uno de los asistentes apuntó que “los cambios los tendrían que hacer los de arriba”. Cuando empecé a argumentar que todo el mundo tenía que aportar en su medida y que el cambio es cosa de todos, me interrumpió diciendo “ya, pero es que una sola persona no puede cambiar nada“. Intenté decir que personas solas como Ghandi, Lennon, Buda, Sócrates, Lao Tze, Luther King o Mandela habían creado cambios significativos a nivel mundial, pero se armó una pequeña tangana en la clase y tuve que sacar mi probervial “manguera de butano” y liarme a gomazos con los riñones de los subversivos hasta retomar el hilo del curso :twisted:

Pero la verdad es que me quedé tocado, porque una afirmación como “una persona sola no puede cambiar nada” torpedea drásticamente la línea de flotación de todo en lo que realmente creo. Lamentablemente, o la gente cree en la proactividad, entendida como darse cuenta de que es uno mismo el que tiene las riendas de su propia vida, o no cree en absoluto. Y uno puede ir sembrando argumentos y ejemplos, pero hasta que algo no hce “click” en la mente de la persona, no hay mucho más que se pueda hacer. Y la mayoría de las veces ese “click” no llega a producirse nunca.

Pero incluso si uno no llega a fichar por el bando de los proactivos, los emprendedores, los innovadores, los revolucionarios, los líderes o, llanamente, los luchadores, incluso en ese caso hay un argumento que me faltó en aquel momento, y que aprovecho para archivar aquí: una persona sola puede concienciar al resto. Quizás no puedes enfrentarte solo a la maquinaria corporativa, la cultura imperante o la inercia burocrática, pero a veces basta con que alguien señale el problema públicamente y ayude a que todo el mundo vaya formándose una opinión común sobre la solución necesaria. Y entonces ya no se trata de una persona sola.

Es una versión constructiva de lo que yo llamo “el derecho al pataleo”, probablemente el penúltimo derecho que nos queda ante una situación desagradable en la empresa. ¿Que cuál es el último? El último derecho es pirarse a otro sitio donde sí escuchen a las personas, claro ;-)

Publicado en Gestión | Etiquetado , , | 18 comentarios

Conferencia Agile Spain 2010

agilev230largo_.png

Ya deberíais etar al corriente, pero por si las moscas: los días 10 y 11 de Junio se celebra la primera conferencia sobre metodologías Ágiles en España, organizada por la Asociación Agile Spain. Tengo el placer y el privilegio de que me hayan seleccionado dos sesiones (sobre itinerario de implementación Ágil y sobre gestión de equipos Ágiles) y un taller conjunto con Xavi Albaladejo sobre dirección de retrospectivas, cosa que me hace especial ilusión porque, aparte de que Xavi es un profesional al que respeto profundamente y del que seguro aprendo muchas cosas nuevas preparando este taller, creo que las retrospectivas son la gran herramienta Kaizen de metodologías como Scrum, y creo que la gente tiene muchos problemas para sacarle todo el partido que debería. También tendré el lujazo de asistir a Henrik Kniberg en su taller sobre mapas de flujo de valor y Kanban, ya que al ser en inglés puede que algunos de los asistentes necesiten algo de atención perrsonalizada.

Las inscripciones a la conferencia ya están abiertas, y el programa disponible. Las plazas son limitadas, especialmente en el caso de los talleres, por lo que os recomiendo a todos que os apuntéis cuanto antes (¡queda un mes y contando!).

Algo que quería hacer desde aquí es felicitar al equipo que está organizándolo todo, al que intento apoyar en la medida de mis posibilidades, porque ninguno vive de esto y sin embargo la dedicación que le están poniendo y la calidad de los resultados creo que hablan por si mismos. Si es que cuando un equipo Ágil se pone… ;-)

Publicado en Eventos | Etiquetado , , , , , | Comentarios desactivados

¿Horas ideales o puntos abstractos?

Artículo ladrillaco por encargo, como los escritores de verdad :-D . Es técnico y está muy orientado a las metodologías Ágiles, pero creo que todo el que tenga que realizar estimaciones en un proyecto se puede beneficiar de muchas de las ideas que contiene. Allá vamos.

Me escribe uno de mis clientes-y-a-pesar-de-ello-amiguetes comentándome la dificultad que tiene para convencer a sus equipos de que estimen en “puntos abstractos”, una técnica Ágil empleada, entre otras cosas, para enfatizar que en un buen proceso de estimación el foco no está en la precisión, algo casi imposible de lograr en un entorno complejo como el del desarrollo de software, sino en tener una idea común de cómo de grande y compleja es cada historia y, a partir de esa idea, concentrarse en trabajar con la velocidad del equipo como métrica. De hecho, la velocidad es la métrica Ágil por excelencia, y en mi opinión es la medida última de madurez de un equipo de desarrollo: lo rápidamente que puede satisfacer las necesidades del cliente con un producto de calidad.

Vamos a empezar por lo básico. ¿Por qué inventar cosas raras cuando todo el mundo estima en horas-hombre o en días-hombre, algo intuitivo, lógico y que se basa en un patrón perfectamente conocido como la hora o el día? Bueno, es cierto que las horas son una medida muy bien definida cuando hablamos de lo que tarda una máquina en hacer mil tuercas, pero cuando empezamos a intentar definir lo que tarda una persona en hacer algo, la cosa se complica. Porque las personas no son como las tuercas: no vienen todas en la misma medida. Y si hablamos de campos como el software, en el que según Pilar Jericó contaba en su libro “Gestión del talento”, el mejor de su campo es 50 veces más productivo que la media, entonces lo de la hora empieza a desmoronarse.

Así pues, si un experto tarda ocho horas en hacer algo realmente sutil y complejo, el programador promedio tarda veinte horas y un Junior tarda treinta y cinco… ¿Cuál es la estimación que debemos dar a esa tarea?

La respuesta lógica sería que la estimación dependerá de la persona que vaya a realizar esa tarea. Pero eso nos obliga a definir desde el principio quién va a hacer cada tarea del proyecto hasta el día de su finalización, y a reajustar constantemente esa asignación conforme vaya apareciendo incertidumbre en el proyecto.

Demasiada e innecesaria gestión.

Por ello se deberían estima las tareas contra un “programador mítico promedio e ideal” y lo que este señor tarda en hacer cada cosa. De ahí libros legendarios como “The Mythical Man Month”, que debería leer todo el que esté en este negocio de crear software y, en mi opinión, todo el que gestione proyectos de cualquier tipo. Lo que pasa es que definir las capacidades de ese “programador promedio” no es sencillo: ¿Tarda lo mismo en una tarea de Java que una de .Net? ¿Sabe de bases de datos? ¿Hace el diseño? Y aunque resolvieramos todo esto, seguiríamos teniendo otros problemas.

Por ejemplo, los de medida de la productividad. Hay grandes gurús de esto que predican que no es posible medir la productividad de un programador. Yo no es que discrepe, pero añadiría “aunque se puede aproximar muchísimo, sobre todo si medimos al equipo en lugar de a la persona”. La tesis básica es la siguiente: si tú has programado ocho horas, y yo he programado ocho horas, ¿hemos programado lo mismo? O dicho de otra forma, ¿hemos producido la misma cantidad de funcionalidad?

Y en contra de la lógica que nos indica que no, lo que hace la industria del software es poner un “precio medio” por hora y dedicarse a contar todas las horas que meten los programadores ante sus teclados. Y claro, no me gusta encontrarme al final de la semana con que alguien mete menos de cuarenta horas. Que las reuniones de trabajo, los correos, la gestión del proyecto, la formación, el I+D, el team building, las retrospectivas, las entrevistas a candidatos, la redacción de informes y todo lo demás que no sea programar se supone que lo hacen los programadores en sus horas libres porque les gusta. Sonamos. En fin, prefiero no hablar de las herramientas de seguimiento horario, que luego dicen que soy un sobrao :twisted: .

Seguimos con los problemas: si este año cada programador mete cuarenta horas de programación a la semana, y el año que viene sigue metiendo cuarenta horas de programación a la semana… ¿Ha aumentado la productividad? Alguien diría que no (se facturan las mismas horas), pero a lo mejor ese programador está cometiendo un 1% de los errores que cometía el año anterior, y está entregando cerca del doble de funcionalidades por semana que antes… ¿Y le seguimos cobrando lo mismo a los clientes? Es más, ¿Le estamos pagando lo mismo al programador? Que mal, ¿no?

Más razones, bordeando el campo de Earn Value Management (EVM): si en un proyecto de mil horas llevamos invertidas quinientas horas… ¿está la mitad del proyecto hecha? Respuesta típica: “esperemos por Diox que sí:-D . Respuesta correcta: no lo sabemos.

Es por todas estas razones y alguna más que los equipos Ágiles maduros estiman las funcionalidades que deben desarrollar en función de su tamaño, no en función de las horas o recursos necesarios para construirlas. Sería, de alguna forma, estimar cuantos “kilos” de software vamos a entregar. O cuantos cientos de líneas de código (por el amor de $deity, no estiméis vuestros proyectos en cosas como ULOC’s , espero que no sea necesario explicar por qué :twisted: ).

Por ejemplo, podríamos escoger una funcionalidad prototipo que nos sirva como patrón. Ésta toma diferentes formas dependiendo del entorno tecnológico y de mercado que tengamos: puede ser un formulario básico de cuatro campos, un login/logout, una pantalla de móvil con una consulta a base de datos, un listado básico de AS400… La idea es localizar un “bloque” de trabajo básico que siempre, o muy frecuentemente, se da en nuestros proyectos, y asignarle a esta idea un valor: por ejemplo, cien. ¿Cien qué? Cien. Cien Chipiklanders, si os sentís mejor (pequeño y sentido homenaje al maestro Fuckowski).

Y ahora comparamos las demás historias del proyecto contra el tamaño de este prototipo. Esta historia es algo más del doble de grande… doscientos cincuenta. Esta es el triple: trescientos.

Ahora veamos qué pasa los primeros días que utilizamos puntos. Cuando sacamos la historia prototipo (un formulario con cuatro campos), el miembro senior piensa “bah, dos horas”, el promedio “cuatro horas” y el junior “ocho horas”. Si se ponen a discutir sobre cuantas horas necesitan, cada uno dice un número. Y todos tienen razón. Y todos están equivocados. Como en la historia del elefante.

Pero ahora es un “cien”, y todos están de acuerdo en que es un cien. De forma que cuando sale una tarea el doble de grande, el senior piensa “ok, cuatro horas”, el promedio “ocho horas”, el junior “dieciséis horas”… Y todos dicen “doscientos”. :-D

Este proceso interno de conversión personal de puntos-horas suele darse al principio. Es lo que lo llamo el “periodo de transición al euro”, en el que al principio nos decían “veinte euros” y pensábamos “ok, 6 euros son mil pesetas, 12 son dos mil, 18 son tres mil, y me quedan dos euros, que son 2 por 166 como algo, o sea algo más de trescientas… Uuuuuh… Tres mil trescientas pesetas”. Pero cuando ha pasado un tiempo suficiente, veinte euros es un cine con palomitas para dos, o dos menús, o una camiseta, o un tercio de depósito del coche… Ese número, que antes era abstracto, ahora tiene sentido para nosotros.

Otro de los problemas iniciales es que todo el mundo está muy acostumbrado a que se les pida precisión absoluta. De hecho, cuando les piden estimación generalmente lo que les están pidiendo es un compromiso, y eso funciona muy, pero que muy mal. Pero el caso es que cuando decimos “dame una estimación para esta historia, sabiendo que esta otra (aproximadamente la mitad) es un cien”, hay quien se bloquea con los detalles. ¿Esto es con patiflux de peristone o sin patiflux de peristone? ¿Los campos tienen que esgorziarse con el tetraconmutador cíclico? ¿Contamos con un condensador de fluzo? Detalles que, casi siempre, no tiene sentido ponerse a detallar en un proceso de estimación siempre que dejemos claro que el objetivo no es la precisión (esto daría para otro ladrillo importante ;-) ). Hay un ejercicio que suelo hacer en estos casos que es preguntar “¿Cuánto vale un adosado?”, sin más detalles. Si la gente no responde, voy diciendo cosas como “¿Un millón de euros? ¿menos? ¿cicuenta mil euros? ¿más? ¿doscientos mil euros? ¿trescientos mil euros? ¿Más trescientos o doscientos?”. Y al final hay un número. Que por descontado habrá que pulir, pero lo que me interesa ahora mismo es tener un primer orden de magnitud (¿diez mil o trescientos mil?), y eso es lo que procuramos al usar puntos. Porque si usamos horas o días, inmediatamente el subsconciente de los que luego van a tener que entregar el proyecto comienza a traducir la estimación en plazos de entrega. Y entonces comienzan otra vez los problemas.

Al grano: poco a poco el equipo comienza a familiarizarse con lo que es un “cien”, un “doscientos” o un “cuatrocientos”, y comenzarán a escoger en cada iteración tantas historias como consideren que pueden terminar totalmente (terminado, terminado) en una iteración (Sprint). Con el tiempo, en media, harán más o menos la misma cantidad de trabajo en cada iteración.

Y las palabras clave son “en media”.

Porque hay semanas buenas y semanas malas. Hay semanas que haremos tres mil puntos y semanas que haremos mil quinientos. Y lo malo es que muchos gestores entonces optarán por planificar de cara a tres mil puntos por semana. Cuando los consigan (semana buena), dirán “¿veis? ¿veis como cuando queréis podéis?”. Y cuando no los consigan (semana mala: muchos Bugs, reuniones, distracciones, retrabajos, peticiones de clientes…) dirán “es que no se os puede dejar solos, hay que estar con la vara encima de vosotros todo el tiempo”.

Lo lógico es no planificar de cara a tres mil puntos por iteración ni a mil quinientos, sino analizar la media sostenida. Si la media es dos mil y planificamos contra esa media, unas semanas andaremos retrasados, otras adelantados y, en media, cuadraremos los proyectos.

Y eso nos permite otra cosa importantísima: analizar cuál es nuestra velocidad media ahora y ver cuál será dentro de un año. Y entonces si podemos aproximar si nuestra productividad ha crecido o no, porque si hace un año nuestra media era de dos mil y ahora es de dos mil quinientos, podemos inferir una mejora de la productividad del 25%.

En resumen: la estimación en puntos cuenta con grandes ventajas para los procesos de estimación y gestión de proyectos, así como para la medida de la productividad y la mejora de los equipos de desarrollo, y el único inconveniente que personalmente he podido encontrarle con el tiempo es que es poco intuitiva de usar al principio… Como cualquier innovación basada en un cambio de paradigmas, por otra parte.

En fin, que espero que este granito de arena anime a algunos a investigar más sobre el tema, y si tenéis dudas o experiencias al respecto serán bienvenidas en los comentarios. ;-)

Publicado en Gestión de Proyectos | Etiquetado , , , , | 18 comentarios

Emprender, crisis, subvenciones, funcionarios…

He conocido esta mañana a Susana García. Virtualmente, vaya, pero hay gente a la que ya conoces antes incluso de que te la presenten. Emprendedora, entusiasta, luchadora, incansable, ingeniosa… Y por tanto, rara avis e incómodo forúnculo (perdón, Susana ;-) ) en las mentes de los mediocres pesebreros paniaguados que marcan las políticas de ayudas e incentivos. Con este video viral trata de denunciar una situación que ya hemos vivido muchos en el camino del emprendizaje: comenzar pensando que hay cientos si no miles de líneas de ayuda y promoción del emprendimiento y darte cuenta de que, a pesar de que te consideras joven, innovador, preparado y, en definitiva, candidato perfecto a que alguien al menos te eche algo de cuenta, la realidad es que al final no das el perfil. Los viveros están llenos de empresas fantasma, la subvención TIC es para que te compres un portatil y una impresora, los programas de formación te los imparten cuatro “expertos universitarios” que no han gestionado una empresa en su vida, funcionarios y miembros numerarios del partido que toque, cuando no sindicalistas.

Y casi mejor, Susana, porque como te metas en alguna que otra, acabas toda la vida encandenada a un artificio promocional construido a mayor gloria de la entidad promotora, esperando subvenciones que nunca llegan, pidiendo créditos que se venden como blandos pero que en poco se diferencian de la oferta de cualquier entidad bancaria, encasillada a pequeños proyectos mal pagados para clientes ficticios, como por ejemplo otros organismos o empresas políticamente ligadas a la promotora y, lo que es peor, anudado a los ritmos de una (¿una?) administración que, a juicio de muchos, es la culpable del bajo nivel de competitividad de las empresas Españolas, ya que raro es el sector en el que la administración, en la forma en la que toque, no sea “el gran cliente”. Y encima endurecemos la ley de contrataciones para que solo los grandes monstruos, burocráticos y ministeriales como las administraciones mismas, puedan acceder a la parte del león de estos contratos, no sea que entre algo de aire fresco en un despacho y se nos desmenuzen las momias.

Encadenando pensamientos, a ver si así salgo del bloqueo creativo del blog que ya me dura: ayer en un programa de estos de reporteros-callejeros-viajeros salía una familia, orgullosa gestora de una gran red de academias que el año pasado movió 35 millones de euros preparando a más de siete mil españolitos cuya principal meta en esta vida es sacarse una plaza de funcionario. Chupense ustedes esta, Gautama Buda, Lao Tze, Sócrates, Eduard Punset y Paulo Cohelo, la iluminación y la sabiduría estaban al final en unas buenas oposiciones . Pues la familia en cuestión declaraba sin tapujos que su hija se había podido ir a vivir a un piso porque, a parte del estipendio dispensado por la familia, disfrutaba de una beca de 400 euros al mes. A ver, que tampoco tengo yo todos los datos y a lo mejor la cosa está muy justificada, pero que pensaba yo que el concepto de “beca” está unido semánticamente al de “subvención”, y lo que ha unido el DRAE no voy a venir yo a separarlo. Y subvención viene de “subvenir”: venir en auxilio de alguien o acudir a las necesidades de algo. Pues ya me contarán mis queridos y desatendidos lectores las necesidades de auxilio de la interfecta. Perdonen si me indigno, pero es que ese dinero lo pongo yo. Pero aquí, como dice el maestro Reverte, no passssssa nada. Porque cuando las administraciones tienen, cito a un V.C. extranjero, “way too much money” y poco talento para gestionarlo, al final todo lo que se nos ocurre es soltar la guita a manos llenas. Que además tiene el efecto estupendo de comprar y cautivar votos.

Pasta a manos llenas. Como decía Gomaespuma, “dinero no habrá, pero pa tontás…”. Pues sí. Pa tontás, todo el que quieras. Susana menciona varias. Y aunque sea un cierto ejercicio de catarsis, es verdad que uno, que se considera emprendedor, se siente maltratado por un entorno político hostil que, luego, dedica millones a analizar cómo se puede potenciar el tejido empresarial y el emprendizaje en un ejercicio digno del despotismo ilustrado: todo por los emprendedores, pero sin los emprendedores.

Me bizquea el izquierdo hacia Grecia, porque si no me falla la brújula del Android estoy mirando al sur. Apañados vamos.

PD: mi pequeña ayuda a Susana, aquí estan sus proyectos

-         
www.hazcoaching.com

-         
www.cursosdevoz.com

-         
www.susanagarcia.es

-         
www.ponlevozatunegocio.com

-         
www.regalosparabodasydivorcios.com

-         
www.grabacionesexpress.com

-         
www.lamujerinvisible.es

-         
www.lacasadelaswebs.com

-         
www.5000tarjetas.com

-         
www.regalosparadivorcios.com

Publicado en Emprendedores, Gestión | Etiquetado , , , , | 2 comentarios

Charla sobre Lean y Kanban

Un par de líneas para dejaros esta charla realizada en el marco de las presentaciones sobre Itinerario Ágil organizadas por CEIN en Pamplona. Gracias a todos los asistentes, a los que espero ver en las próximas citas que tenemos dentro de este ciclo de charlas.

Publicado en Eventos, Gestión de Proyectos | Etiquetado , , , , , , | 5 comentarios

Deja de quejarte y actua

Vía el twitter de Consultor Anónimo.

Publicado en Emprendedores, General | Etiquetado , , | 4 comentarios

Scrum: El Señor de los Pardillos

En realidad me pidieron que diera una charla sobre Scrum y desarrollo Ágil, pero con ese título iba a sonar un poco fuera de lugar en un evento como el XGN, así que al final decidí echarle un poco de fantasía y… Bueno, dejo que lo veáis vosotros mismos. En breve el video y la presentación en Inglés ;)

Actualización: primer video subido. Hay que trabajar el tema del sonido en el futuro, me veo comprándome una petaquita de esas de ponente serio (tendré que ver si mi cámara tiene entrada de audio, que espero que sí…) . En breve el segundo video.

Actualización 30/3/2010: La presentación está disponible en Inglés gracias a la colaboración de Jaime Buelta… Espero que sirva para evangelizar allende fronteras (y espero que a Peter Jackson no le de por ponerse medieval con mi c…. :-D ).

Actualización 1/4/2010: Segunda parte del video

Publicado en Eventos, Gestión de Proyectos | Etiquetado , , , , , | 13 comentarios

Próximas charlas

En los próximos meses tengo varias charlas programadas, por si alguien tiene interés y posibilidad de asistir a alguna:

  • Por una parte los señores de CEIN en Pamplona han tenido la amabilidad de tenerme en cuenta para el ciclo de conferencias sobre metodologías Ágiles que están programando de aquí a Junio. En concreto participaré en cinco sesiones sobre Agilismo en general, Scrum, Lean+Kanban (esta en solitario, jejeje), gestión ágil de equipos y herramientas de ingeniería y gestión Ágil de proyectos. En varias de estas charlas coincido con buenos amiguetes y excelentes ponentes, Rodrigo Corral, Jorge Uriarte y Joserra Díaz, por lo que el nivel de estas charlas está asegurado ;-)
  • Por otra, y gracias a la buena gente del grupo local de Galicia de Agile-Spain (Axilmente), la semana que viene tengo un espacio en Santiago en Xuventude Galicia Net (XGN) . La verdad, habiendo actividades tan divertidas como las que tienen programadas (paintball, torneos de videojuegos) no se qué clase de malditos frikis van a venir a una charla sobre metodologías Ágiles…¡enfermos! Salid a que os de un poco el aire :twisted: :twisted: . JM Beas, Xavi Gost, Jerónimo López, David Esmerodes y David Bonilla andarán también por ahí repartiendo caña
  • Y, last but not least, si todo va bien probablemente tenga un sarao en Junio por Donosti, que me apetece mogollón porque es una ciudad con la que tengo varias deudas pendientes (gastronómicas, por supuesto ;-) ). Ya os comento cuando sea oficial.
Publicado en Eventos, Gestión de Proyectos | Etiquetado , , , , , , , | Comentarios desactivados

Videos de charla en Biko2

Como intuís por la (baja) frecuencia de publicación, voy hasta arriba desde que empezó el año, ¡que vivan los brotes verdes! No obstante intentaré ir subiendo algunas de las muuuuchas cosas interesantes que tengo cuasi-listas para publicar: muchos videos, algún white-paper, un ejercicio de Scrum para simulación de sprints, una aplicación de XP a la realización de documentos, una traslación de 5S a software, una aproximación a “Lone Scrum” (Scrum como herramienta de productividad personal)… como os digo, muchas cosas. Como muestra, un par de videos montados por los amigos de Biko2 en los que cuento algunas de mis metáforas clásicas como el horno de las magdalenas, los orcos a las puertas o “imprimir la wikipedia”:

Actualización 13/3/2010: Me he precipitado un poco y los videos están aun en modo privado, calculo que el lunes los amigos de Biko los publicarán. Atentos a sus pantallas. ;-)

Publicado en Gestión de Proyectos | Etiquetado , , , , , , | 6 comentarios

Charla “proyectos Ágiles” en Vitoria

Ayer tuve el privilegio de poder hablar un rato sobre la gestión Ágil de proyectos como parte de las charlas sobre innovación pública que está organizando el Gobierno Vasco, con el impulso de los incombustibles Alberto Ortiz de Zárate(@alorza) e Iñaki Ortiz, responsables de Atención al Ciudadano y Modernización de la Administración respectivamente y promotores desde hace tiempo del blog Administraciones en Red . El video lo podéis ver en Irekia, y la presentación que usé la tenéis en Slideshare:

Actualización: Wala! Si se puede incrustar el video de Irekia! :-D

Publicado en Gestión de Proyectos | Etiquetado , , , , , | 12 comentarios